Por fin está disponible en formato físico la edición internacional de Revita, el roguelite alemán desarrollado por BenStar, dos años después de su primer lanzamiento.
Adéntrate en la torre
Un niño sin nombre ni recuerdos despierta en el metro con una vaga sensación de propósito y el deseo de llegar a la lejana torre del reloj. El niño espera encontrar respuestas en la cima, pero para llegar a ella tendrá que enfrentarse con personajes enmascarados, monstruos y eventos misterios.
Revita es una historia sobre la pérdida y el duelo, habla de temas como la depresión, pero a diferencia de otros juegos, no es su tema principal, sino más bien un mensaje críptico que puede intuirse si se presta atención a las pinceladas de lore dispersas a lo largo del escenario y de los acontecimientos.
Partidas y progreso
Revita es un roguelite. Esto significa amplias posibilidades de rejugabilidad mediante partidas, pero conservando cierto nivel de progreso entre ellas, siguiendo la tendencia más reciente de este tipo de juegos.
Bebe de tres influencias fundamentales del género: Dead Cells, del que toma la idea de mantener cierto progreso entre partidas (lite en lugar de like), The Binding of Isaac, que marca, aunque a una escala menor, la función de reliquias y objetos, y Enter the Gungeon, que aporta el ritmo frenético en los combates.
Fácil de aprender, difícil de dominar
Una de las cosas a destacar de Revita es la curva de aprendizaje. El planteamiento y las mecánicas básicas son muy sencillas, haciendo que sea muy fácil hacerse con ellas y desenvolverse desde el primer momento.
Pero una vez asimilado el funcionamiento esencial, comienza el reto. La colección de objetos, reliquias, bonus y otros ítems que se pueden adquirir es relativamente limitada en comparación con algunos de sus hermanos mayores, pero el sistema de bonificaciones y sinergias está muy bien desarrollado, dotándole de una capa de complejidad que reta al jugador a seguir intentándolo y haciendo que en general la vida útil del juego se multiplique exponencialmente.
¿Curar o mejorar? Esa es la cuestión
Uno de los aspectos más interesantes de Revita es su sistema de vitalidad, hasta el punto de ser uno de sus rasgos distintivos. De entrada, el sistema de curación funciona como en muchos otros videojuegos: la obtención de determinados ítems permite recuperar puntos de vida hasta alcanzar un máximo establecido, que a su vez puede ir ampliándose con otros ítems y bonificadores.
Sin embargo, y aquí es donde se encuentra la principal diferencia, la vida en Revita sirve también como moneda para adquirir dentro del juego reliquias o mejoras. Así, mientras en otros juegos las prioridades del jugador tienden a repartirse entre recuperar la máxima vida posible y acumular recursos de la economía del juego para poder acometer mejoras en el equipamiento, habilidades, etc. del personaje; Revita transforma esta gestión de recursos enfrentando al jugador constantemente al dilema de curar al personaje o mejorar la build, condicionando por completo la manera en la que se aborda cada partida.
Una estética muy cuidada
Otro de los puntos fuertes de Revita es lo cuidado del conjunto a nivel estético. Lo consigue, visualmente, con un pixel art muy atractivo y que es capaz de mantener una personalidad reconocible dentro de un estilo muy clásico.
La experiencia se completa con una banda sonora muy cuidada. Christopher Jakob, responsable de la composición, ha manifestado la influencia de música de otros juegos como Hollow Night o Donkey Kong Country, aunque su principal virtud es la capacidad de integrar influencias mucho más variadas que las dos citadas. Así, en la banda sonora podemos encontrar pistas con una orquestación grandilocuente y otras más próximas a la música electrónica, citas directas a otras bandas sonoras, chiptune… Todo ello en un equilibro coherente que invita a seguir escuchando, algo especialmente importante dado el formato del juego.
Revita ya está disponible en digital y en formato físico para Nintendo Switch, PS4 y PS5. Conoce todos los detalles y hazte con tu edición aquí.