El triunfo de los metroidvania en el sector gaming - Selecta Visión
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El triunfo de los metroidvania en el sector gaming

El triunfo de los metroidvania en el sector gaming

agosto 12, 2022

Si no estás viviendo en una cueva y, punto importante, eres gamer, sabrás que los metroidvania están en pleno auge. Hace un tiempecillo ya nos dio por el pixel art, también hubo un momento para los shooters y ahora… ahora le toca al hardcore gaming. Porque seamos realistas, en las dos otras categorías mencionadas en este párrafo puedes jugar y aprender e incluso pasarte el juego entero sin haber probado el género en tu vida. Pero los metroidvania… Los metroidvania son para valientes.

Antes de que nadie se enfade debo apuntar que yo no me encuentro entre la gente de esa lista de personas valientes. Este es un género que requiere muchas, muchas… ¡MUCHAS HORAS! No suelo usar las mayúsculas en el trabajo, pero es que, es importante destacarlo. 

Si eres de esas personas que, como yo, tiene un 2% de paciencia y abandona a la mínima que se encalla, probablemente este no sea tu género. He intentado jugar a bastantes metroidvanias en los últimos años. Al principio me daba miedo la dificultad pero están saliendo tremendas bellezas y yo tenía que probarlos… una horita cada uno como máximo, porque más no aguanté.

Habrá mucha gente en mi mismo barco. No todos los gamers son iguales y definitivamente no es un género para todos. Pero entonces…

 

¿Por qué están arrasando tanto los metroidvania?

Si llevas un tiempo en este panorama gaming ya te habrás dado cuenta que hay una cosa que comparte el 80% de los gamers: cabezonería. Sí amigos, como lo leéis. Este es el motivo por el que los metroidvania están en auge. Porque los gamers somos cabezones (algunos más que otros). Bueno no solo por eso, pero es uno de los pilares que aguanta el peso de este género.

¿Sabéis esas personas a las que, cuando se les mete algo entre ceja y ceja, no paran hasta que lo consiguen? Esa gente que se obsesiona con algo y le da igual cuantas horas invierta con tal de salirse con la suya. Bueno pues esta es una característica bastante esparcida entre los gamers. 

La generación de las máquinas retro de salones arcade se podía llegar a dejar bastante dinero para conseguir el récord de una máquina. No es nada nuevo del 2022, esto ya viene de largo. Y es que los videojuegos tienen un componente muy especial: la victoria.

¿Quién no quiere ganar en la vida? Y más si disfrutas durante el proceso. Esto no es como echar 500 horas extra en la oficina para conseguir un ascenso (¿esto sigue existiendo?). Aquí el proceso se disfruta y el resultado también. Entonces, si te has enganchado a un juego que está bien hecho y te encanta, vas a querer terminarlo. Da igual cuantas horas le eches o los meses que tardes. 

Pero esto no va de pasarse el My little ponny. Cuando abres Blasphemous sabes que no va a ser un paseo tranquilo por un jardín de rosas. Sabes que vas a sufrir. Pero sufrir de verdad. Más que en los exámenes del colegio. Muchísimo más.

 

¿Masoquismo o competitividad?

Quiero pensar que no se trata de la primera (aunque obviamente que habrá de todo). Pero sí que es verdad que algo que caracteriza a la raza humana desde siempre ha sido la competitividad. 

Para empezar, si hay gente pasándose el Dark Souls, tú tienes que poder pasarte Aeterna Noctis. Va a ser difícil, vas a querer romper el mando, el teclado, la pantalla y el mismísimo ordenador entero muchas, muchas, muchas veces. Pero no lo harás porque está muy cara la vida y porque lo necesitas para pasarte el dichoso juego. Y lo harás.

 

 

Esfuerzo y recompensa

Los metroidvania, todos ellos, requieren tiempo y esfuerzo. Queda muy bonito así en papel pero de verdad que exigen sacrificio. No lo vais a pasar bien todo el rato, os váis a frustrar y, en la mayoría de los casos, esto os mantendrá altas las ganas de pasaros el juego entero. Porque llega un punto que ya es en plan “por mi madre que me lo termino”. Llevas demasiadas horas y demasiados cabreos causados por ese juego, como mínimo te lo terminas. Porque si no toda esa dedicación no habrá servido para nada. Así que sigues jugando… y al final, te lo pasas.

La gran recompensa: tu satisfacción propia. Los grandes retos (porque al final un juego es un reto y un metroidvania es un PEDAZO de reto) conllevan grandes recompensas y en este caso sería tu satisfacción, que será tan grande como la dificultad del juego: alta, muy alta.

Cuando más difícil haya sido y más te haya costado, si no has abandonado el reto, te va a causar una grandísima alegría. Te vas a sentir orgulloso de ti mismo y vas a lucir medallita. 

Ya dije que no era para todos pero, como podéis ver, este género se apoya en motivaciones básicas del ser humano. Por tanto es normal que funcione tan bien. Especialmente en este sector de gente que, ya de por sí, son competitivos y buscan retos. Por supuesto, esto se incentiva más en los círculos de los hardcore gamers, porque lo llevan todo al extremo. Buscan la máxima dificultad para conseguir la máxima recompensa. Les vale la pena pasar horas de penurias (muerte tras muerte tras muerte) con tal de lograr ese reto que no todos consiguen (algunos ni lo intentamos). 

 

Las excepciones

No todos los metroidvanias son un infierno. De entrada todos van a ser difíciles y van a buscar un reto. Pero el hecho de que estén pensados para tener un sistema de progresión justo (en la mayoría de los casos) ayuda mucho. En principio cuanto más avances menos difícil será para ti adaptarte a los nuevos enemigos, armas, salas, trampas, etc. Se irán incorporando más elementos y mayor dificultad conforme avance el juego pero calculado para hacer conforme tú, como jugador, vas aprendiendo, dominando las mecánicas anteriores y progresando. Eso es lo que los convierte en un reto justo.

Y entonces salen juegos como Ori and the Will of the Wisps o Hollow Knight. Es una maldita obra de arte. Pero por encima de esto tiene algo que no tienen el resto de metroidvanias: es tan bonito y, estéticamente, tan agradable, que invita al resto de jugadores a probar este tipo de juegos. Esto abre la veda a introducir a más gente este género y añadir jugadores a sus filas.

 

El final

Para algunos el final de los metroidvanias puede ser algo decepcionante. Resuelven la historia (cada vez este género adquiere tramas más interesantes, otro punto a favor), te pasan los créditos y te quedas frente a la pantalla. ¿No? Como cualquier juego vamos…

Ni de cerca. Cuando saltan los créditos puedes respirar. Tomas una bocanada de aire profunda y te pones de pie para levantar el puño como en el final de El club de los cinco (si no la has visto, ya tardas porque es un peliculón). 

Has ganado. Lo has conseguido. Has superado el reto. Te has superado a ti mismo. Y ahora viene la no hit. ¡Es broma! Aunque no para todos… Ya os dije que era un género muy de hardcore gamers.

Ya solo te queda poder salir a que te de el sol un poquito (que buena falta nos hace a todos) y fardar con tus coleguis o tu comunidad de que te has pasado un juego chunguísimo. Te ha costado sudor, lágrimas, sangre y probablemente sacrificar una cabra (¿alguien ha dicho Cult of the lamb?) pero ya lo tienes.

¿Y tú, eres fan de los metroidvania? ¿O, como una servidora, prefieres los juegos más “casual”?