
El próximo 22 de agosto, regresa Heidi con una nueva aventura en las montañas de los Alpes. Heidi. El rescate del lince llegará a los cines españoles de la mano de SelectaVisión.
Heidi es un personaje creado en el siglo XIX por la escritora Johanna Spyri, que rápidamente se convirtió en uno de los libros más famosos de la literatura suiza. A lo largo del siglo XX, la novela fue adaptada en numerosas ocasiones, algunas de ellas muy famosas y destacadas, que contribuyeron a que el personaje trascendiera fronteras hasta adquirir el estatus de icono cultural.
Un clásico de la literatura infantil
La novela de Johanna Spyri vio la luz por primera vez en 1880, bajo el título de Heidis Lehr- und Wanderjahre (que vendría a significar algo así como Heidi, sus años de vagabundeo y aprendizaje). Al año siguiente se publicaba una secuela, Heidi kann brauchen, was es gelernt hat (Heidi, cómo utilizó lo que aprendió), aunque desde 1885 ambas obras se unificaron en una única publicación.
Las obras de Spyri sobre la vida de una pequeña huérfana a los pies de los Alpes y su traumática llegada a la ciudad se convirtieron rápidamente en clásicos de la literatura infantil y juvenil en lengua alemana, así como en una de las obras literarias más famosas y representativas de Suiza.
Tanto es así que la novela suiza por excelencia ocupa un lugar destacado en los rankings de libros más vendidos de la historia, superando los cincuenta millones de ejemplares estimados, siendo el único título suizo y el único título escrito en alemán en superar el umbral de los veinte millones (por debajo de esa cifra, se encuentra alguna novela en alemán, como El Perfume de Patrick Süskind, y ninguna de origen suizo).
Primeras incursiones en la pantalla
Por supuesto, la popularidad de esta novela infantil propició su salto al cine, ya en un momento muy temprano. La primera adaptación de la que se tiene constancia es un mediometraje de 1920, dirigido por Frederick A. Thomson y protagonizado por la actriz Madge Evans, que se convertiría en una estrella durante los años veinte y treinta.
De esta primera película apenas se conservan algunos materiales promocionales, que la destacan como uno de los primeros experimentos con el color en el ámbito cinematográfico; aunque tampoco consta como metraje perdido, a diferencia de otros títulos de la época.
Sin embargo, la primera gran adaptación de Heidi realizada por Hollywood tuvo lugar en 1937, y durante mucho tiempo, condicionó la imagen popular del personaje. Y es que este largometraje musical estaba protagonizado ni más ni menos que por LA actriz infantil por excelencia, Shirley Temple, que ponía sus rubios tirabuzones y su gracia natural al servicio del personaje y hacía que toda una generación imaginase a Heidi de esta manera.
Siguiendo esa tendencia, en los años cincuenta surgieron unas cuantas Heidis más dentro del cine europeo, producciones tremendamente significativas del estado del cine en Europa: como no puede ser de otra manera, Heidi y Pedro (1955) fue la primera película suiza realizada en color; además se realizaron también producciones austríacas, alemanas…
También en los años cincuenta comenzaron a desarrollarse las primeras adaptaciones televisivas, en este caso, de la mano de la BBC: una TV movie en 1953 y una serie en de seis episodios de imagen real 1959.
Heidi en Japón
Aunque Heidi ya era enormemente popular, todavía faltaba un empujón para que la historia terminase de convertirse en el icono que es hoy en día. Y este empujón vino del otro lado del mundo.
A finales de los años sesenta, una pequeña productora recién fundada estaba comenzando a desarrollar algunos proyectos audiovisuales en la órbita de Mushi Productions, la empresa de animación de Osamu Tezuka. Entre ellos se encontraba una serie basada en Los Moomin, la obra de la finlandesa Tove Jansson.
Zuiyo Eizo, que así se llamaba esta compañía, vio el potencial de adaptar obras de la literatura infantil y juvenil occidental a un formato televisivo, y comenzó a trabajar en esta línea, llevando a cabo algunas coproducciones con la cadena alemana ZDF. Así nacieron Vicky el Vikingo y La abeja Maya.
En paralelo, se estaba desarrollando un nuevo proyecto, adaptando una novelita que el director de la empresa, Shigeto Takahashi, había leído en su juventud y ya había intentado adaptar, desarrollando un episodio piloto en los sesenta. Esta novela no era otra que Heidi, pues las primeras traducciones al japonés de la obra de Johanna Spyri se había realizado en 1920.
Para este proyecto, Zuiyo Eizo recurrió a dos jóvenes que acababan de salir de Toei, desencantados por el sistema de trabajo implantado por la compañía. Estos dos jóvenes se llamaban Isao Takahata y Hayao Miyazaki, y después de su paso por Zuiyo se convertirían en historia viva de la animación y del cine, tanto de Japón como a nivel internacional.

El joven Miyazaki fue encargado de la composición visual de la serie, mientras que Isao Takahata quedó a cargo de la dirección del proyecto. Contaron con un tercer colaborador, Yôichi Kotabe, cuyo papel también sería fundamental: Kotabe quedó a cargo del diseño de personajes y de la dirección de animación, es decir, a él le debemos la imagen icónica de la niña morena con el pelo alborotado y las mejillas coloradas. Gracias a Kotabe, la imagen popular de Heidi volvía a coincidir con la descripción que de ella hizo Johanna Spyri, alejándose de los rubios tirabuzones hollywoodienses.
Heidi, la niña de los Alpes fue todo un éxito, tanto en Japón como a nivel internacional. Apenas un año después de su estreno en la televisión japonesa, la serie llegaba a España, cosechando enorme éxito de audiencia y protagonizando numerosas reposiciones.
Heidi después del anime
El anime de 1974 abrió la puerta a numerosas adaptaciones, mayoritariamente televisivas, aunque también se produjeron algunas películas que, inspiradas libremente en el concepto, utilizaban el nombre de Heidi para presentar propuestas muy distintas.
Buenos ejemplos de ello son Las nuevas aventuras de Heidi, que en 1978 cambiaba las montañas alpinas por la ciudad de Nueva York, o Más allá de la aventura, estrenada en 1989 y protagonizada por Charlie Sheen, en la que una Heidi adolescente conocía a un soldado perdido durante la Primera Guerra Mundial.
Esta misma tónica se mantuvo en la animación, con algunas producciones japonesas que trataban de emular el éxito del anime de 1974 (aunque quedaban muy lejos de conseguirlo), y en el cine puramente infantil, donde destaca Heidi 4 Paws, una bizarra producción de imagen real del año 2008 protagonizada por perritos y narrada (en su versión original) por Angela Lansbury.
Una nueva Heidi para las nuevas generaciones
Esta recurrencia al clásico infantil aproximándose desde diversas perspectivas fue la tónica habitual durante todo el siglo XX y años posteriores. Sin embargo, a partir de la primera década del siglo XXI se produjo un cambio en la tendencia que ponía en valor la serie de animación dirigida por Isao Takahata.
Esta revalorización de la serie clásica era impulsada a nivel europeo por Studio 100 y por la cadena alemana ZDF, que había sido productora también en la serie japonesa de 1974, y tenía lugar en un contexto de revivals de series de animación infantiles: La abeja Maya o Vicky el Vikingo fueron los primeros títulos en dar el salto al CGI en estas nuevas aventuras; y a continuación, por supuesto, le llegó el turno a Heidi. Esta nueva vida en CGI comenzó contando la historia que había imaginado Johanna Spyri.
En 2025, cuando se cumplen cincuenta años del estreno de la serie en la televisión española, Heidi vuelve a la gran pantalla en una aventura completamente original y novedosa, en la que la niña más querida de los Alpes se enfrenta a nuevos retos en las montañas.
No falta ninguno de los personajes de siempre: Heidi, Pedro, Clara y el señor Sesseman, y por supuesto el abuelo, su perro Niebla, las cabras… ¡¿y un lince?!
En esta nueva aventura, Heidi se ve conmovida por un cachorrito de lince que ha caído en una trampa. La película, que celebra también el cincuenta aniversario de la reintroducción del lince en los Alpes suizos (donde se habían declarado extintos a comienzos del siglo XX), ha sido producida por Studio 100 y la española 3Doubles.
La dirección del proyecto ha recaído en Tobias Schwarz, en la que es su primera incursión en la dirección de largometrajes animados, pero no su primera experiencia en el cine de animación: como animador y como director de arte, Schwarz ha participado en películas como Astérix en América (1994), Anastasia (1997), Titan A.E. (2000), numerosas secuelas de Disney (El libro de la selva 2, El rey león 3: Hakuna Matata, Tarzán 2, etc.) y algunos de los títulos europeos más interesantes de los últimos años, tanto en animación infantil (Klaus, 2019) como para adultos (Ethel y Ernest, 2016). Junto a Tobias, debuta Aizea Roca en su primera incursión en la dirección.
Heidi. El rescate del lince cuenta además con guion de Rob Sprackling, que ha firmado algunos títulos infantiles como Gnomeo y Julieta (2011), Corgi: Las mascotas de la reina (2019) o Bella y el circo mágico (2020).
Heidi. El rescate del lince llegará a los cines españoles el próximo 22 de agosto de la mano de SelectaVisión.