DRAGONS FOREVER: el final de una era

El cine hongkonés de artes marciales no se entiende sin las Siete Fortunas. Jackie Chan es el que mayor proyección internacional ha tenido, pero en los años setenta y ochenta, era solamente uno más de las siete celebridades que, provenientes de la escuela de la Ópera de Pekín en Hong Kong, estaban dando forma a un nuevo cine de acción en el que las artes marciales y la comedia se daban la mano para mayor deleite de los espectadores.

Las Siete Fortunas

El cine hongkonés de artes marciales no se entiende sin la influencia de la Ópera de Pekín y sin el grupo apodado las Siete Fortunas. Jackie Chan es el que mayor proyección internacional ha tenido, y al que más recordamos por estos lares, pero durante los años setenta y ochenta no se entendía su trabajo sin el del resto de miembros de esta singular troupe: Sammo Hung, Yuen Biao, Yuen Wah, Kwai “Corey” Yuen, Yuen Qiu, Yuen Tak, Yuen Tai y Yuen Mo.

Y no, no es que todos fuesen parientes, sino que habían heredado el apellido artístico de su maestro, Yu Jim-yuen, artista marcial y profesor de la China Drama Academy, un centro destinado a la enseñanza de la ópera de Pekín en Hong Kong. Fue en ese entorno donde se conoció un grupo de niños, emparentados de alguna forma con el espectáculo y de orígenes humildes, todavía sin saber la importancia que tendrían para el cine de Hong Kong.

Para muchos de ellos, pasar de la Ópera de Pekín al cine fue un salto natura, y entre unos y otros se ayudaron para participar, en mayor o menor medida, de una industria más prometedora en lo económico y mucho más variada en lo creativo. Además, este cine que se enfocaba hacia las artes marciales requería de expertos acróbatas que pudieran llevar a cabo secuencias de acción y complicadas coreografías de lucha con total seguridad: el terreno estaba preparado.

Así, durante los años setenta, algunos de estos jóvenes fueron incorporándose a los estudios hongkoneses en distintos roles, desde dobles de acción como Corey Yuen, hasta directores o coreógrafos, pasando por actores con distinto grado de importancia.

Los Tres Hermanos

De estas Siete Fortunas, hubo tres que forjaron un vínculo especial, dentro y fuera de la pantalla. Los nombres de Sammo Hung, Yuen Biao y Jackie Chan van unidos en la historia del cine hongkonés gracias a títulos como Los piratas del mar de China (1983), Los supercamorristas (rodada, por cierto, en Barcelona en 1984) o Los tesoros del mar de China (1987), por citar algunas de las más populares.

Tras vivir una década dulce durante buena parte de los años ochenta, los caminos de estos tres, cuya cercanía les había hecho ganarse el apodo de los Tres Hermanos, comenzaron a divergir: Yuen Biao se vio atraído por la pequeña pantalla, Sammo Hung comenzó a atender cada vez más al trabajo tras las cámaras y Jackie Chan se lanzó por segunda vez (y con mucho mejor éxito) a la conquista de Hollywood.

Así, cuando en 1988 los Tres Hermanos se embarcaron en un nuevo proyecto, este tenía cierto regusto a despedida. Los Tres Dragones, o Dragons Forever según su título internacional, fue la última vez que estos tres titanes compartieron espacio delante de las cámaras, lo que convirtió a la cinta prácticamente en un título de culto.

Ahora, Los Tres Dragones están más vivos que nunca gracias a esta edición remasterizada que recupera el clásico restaurado en Blu-ray.  ¡No te quedes sin él!

 

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